Los instrumentos
Los instrumentos de tecla en los que se centra este programa didáctico aparecen etiquetados como cordófonos dentro de la clasificación general de instrumentos; es decir, son aquéllos que producen el sonido mediante la vibración de unas cuerdas (del griego phonos = sonido y chordae = cuerda). También pertenecen a esta misma familia instrumentos como el violín, la guitarra o el arpa. La diferencia de éstos con respecto a los instrumentos que nos ocupan es que, en nuestro caso, la acción de hacer vibrar la cuerda la produce la pulsación o percusión sobre la misma por medio de objetos (plectros o macillos), que forman parte del propio instrumento (y no con un arco o los propios dedos).Los primeros minutos del concierto estarán dedicados a presentar los tres instrumentos protagonistas: el clave (clavicembalo o, simplemente, cembalo en italiano, instrumento que no debe ser confundido con el clavicordio, con un mecanismo distinto), el fortepiano y el piano. En realidad, se debe precisar que se trata de instrumentos que pertenecen a dos familias, pues, como veremos, el fortepiano y el piano representan dos estadios ligeramente distintos en la evolución del mismo instrumento. A simple vista, estos tres instrumentos comparten algunos rasgos comunes fáciles de apreciar. El más evidente es que tienen un teclado, es decir, contienen teclas que al ser pulsadas accionan un mecanismo que hace sonar las cuerdas dentro de la caja. Como las cuerdas tienen distintas longitudes, el sonido que producen puede ser de distintas alturas, desde los registros graves (a la izquierda del teclado, que se corresponden con las cuerdas más largas) a los agudos (conforme se avanza hacia la derecha del teclado, con cuerdas progresivamente más cortas). Estos instrumentos también tienen en común su forma externa, resultado de la disposición ordenada de las cuerdas con distintas longitudes. Aunque existen modelos muy distintos dentro de cada instrumento (por ejemplo, hay claves de mesa o pianos verticales), sus cajas de resonancia tienen por lo general forma de ala.
Ilustraciones 1 y 2. Dos ejemplos
de claves del siglo XVIII. El de la izquierda con la tapa profusamente
decorada con un paisaje. El de la derecha es un clave con dos teclados o
manuales; también se pueden apreciar dos pequeñas palancas junto a la
parte izquierda del teclado superior. Tanto los dos teclados como las
palancas o registros son artificios que modifican el sonido y aumentan
así las posibilidades tímbricas del instrumento.
Ilustraciones 3 y 4. Dos ejemplos de
fortepianos. El de la izquierda se corresponde con uno de los primeros
modelos, construido por el italiano Bartolomeo Cristofori en 1730, quien
es considerado como el inventor del piano. Estos primeros modelos no se
distinguen a simple vista de los claves contemporáneos. A la derecha un
fortepiano de 1816 del constructor vienés Nannette Streicher. Tanto
algunos detalles de la apariencia externa como los pedales denotan que
estamos ya ante un instrumento moderno con elementos claramente
distintivos con respecto al clave.
Ilustración 5. Mecanismo del clave.
Al pulsar la tecla (1), se levanta un soporte (4) con una púa incrustada
(7) que pinza la cuerda. Cuando se levanta el dedo y la tecla vuelve a
su posición, el soporte desciende, haciendo que un apagador (8) se pose
sobre la cuerda, eliminado así su vibración. Reproducción de Ulrich
Michels: Atlas de la Música, vol. 1 (Madrid, Alianza, 1982, original
alemán de 1977), p. 36.
Ilustraciones 6 y 7. A la
izquierda. mecanismo de un fortepiano. Al pulsar la tecla (1) se acciona
un dispositivo que acaba lanzando un macillo (10) que percute sobre la
cuerda (2). Al levantar el dedo, la tecla vuelve a su posición, haciendo
descender un apagador (8) que se posa sobre la cuerda. A la derecha,
este mismo mecanismo en un piano moderno, con un dispositivo mucho más
sofisticado.
Reproducciones de Ulrich Michels: Atlas de la Música, vol. 1 (Madrid, Alianza, 1982, original alemán de 1977), p. 36.
Reproducciones de Ulrich Michels: Atlas de la Música, vol. 1 (Madrid, Alianza, 1982, original alemán de 1977), p. 36.
Ilustraciones 8 y 9. Aquí se
pueden apreciar otras perspectivas del mecanismo de macillos, la
diferencia fundamental que introduce el fortepiano (y mantuvo el piano,
aunque mejorada) con respecto al clave. La ilustración superior muestra
bien que se trata, todavía, de macillos poco elaborados; con el tiempo,
el material y la forma irán sofisticándose.
Ilustraciones 10 y 11. La
ilustración de la izquierda muestra un piano moderno de gran cola, el
modelo habitual empleado en las salas de conciertos caracterizado por
una amplia caja de resonancia que emite un sonido potente y amplio. La
ilustración de la derecha muestra una imagen del mecanismo interior,
compuesto de macillos más estilizados que los del fortepiano que
percuten sobre tres cuerdas (todas con la misma afinación), produciendo
así un sonido más robusto.
Actividad (1):
Escucha dos veces seguidas la siguiente pieza interpretada por dos instrumentos distintos. ¿Qué diferencias encuentras en el sonido? ¿Sabrías identificar los instrumentos de los que se trata? ¿Qué sonido te parece más moderno y cuál más antiguo? [Obra: Rondo Allegro de la Sonata para piano nº 8, op. 13, “Patética” (1798), de Ludwig van Beethoven. En la primera grabación se escucha un fortepiano de c. 1800 y en la segunda un piano moderno].
Pista 1 (Fortepiano de c. 1800)
Pista 2 (Piano moderno)
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