Combatir la envidia… es más fácil decirlo que hacerlo. Ya sea una palabra consciente o un pensamiento en lo profundo de tu mente, la envidia es algo con lo que todos luchamos diariamente. En ocasiones, esos pequeños pensamientos que se arrastran en nuestras mentes, no suenan a envidia… pero, ¿son o no son?
“No es justo que Esteban tenga más vacaciones que yo”
“Los hijos de Ana son tan educados. Desearía que los míos fuesen obedientes, para yo parecer mejor madre”.
“Pedro se acaba de comprar un nuevo auto. ¡Me gustaría ser él!
“Verónica obtuvo un ascenso y yo era quien lo merecía”.
“Los bíceps de Eduardo son perfectos. Me gustaría ejercitarme hasta lucir como él”.
¿Qué es la envidia? Según el diccionario Webster, la palabra envidia significa “resentimiento o rivalidad por el éxito, logros y ventajas de alguien más”
Había estado trabajando en el mismo negocio por varios años y tenía la costumbre de que la gente viniera a preguntarme cosas sobre computación. No disfrutaba las interrupciones, pero hacía lo mejor por brindar ayuda. Entonces, Kelly se unió a mi departamento. Realmente disfrutaba su compañía y pensaba que ella era una gran adquisición para nuestra oficina. En poco tiempo, noté que la gente comenzó a dirigirse a Kelly con sus preguntas sobre computación. Al principio, sentí alivio de haberme librado de las interrupciones, pero luego me golpeó. Nadie me necesitaba ya. Era otro miembro más de la oficina. No me gustaba eso. Los pensamientos de envidia se deslizaron en mi cabeza: ¿Por qué de repente ella es la experta? ¿Qué la hace mejor que yo? ¡Yo puedo responder las preguntas mejor que ella!
Combatir la Envidia — ¿Cuál es el Gran Problema?
Es posible que seas como yo. Combatir la envidia es un desafío constante. Sin embargo, sé por experiencia que cuando no se combate la envidia, te conduce a la amargura. De hecho, la Biblia trata sobre la envidia. Santiago 3:16 dice: “Porque donde hay envidias y rivalidades, también hay confusión y toda clase de acciones malvadas”. Partiendo de esta sabiduría, sabemos que el pensamiento malo produce una vida mala. Cuando tenemos celos o sentimientos de envidia, nuestras vidas se caracterizarán por la confusión, el desorden y el desprecio. Ninguna buena acción proviene de un espíritu malvado y de envidia. ¡Luchar contra la envidia es esencial!
Es posible que pienses: “De seguro que combatir la envidia no siempre es necesario”. Estás en lo correcto. Existe un lugar para la “la envidia sana”. Sin embargo muy pocos de nuestros momentos de envidia son justificados. “El verdadero amor nunca es envidioso, pero tiene el derecho de tener celos de aquellos que son amados”, dice el autor Warren Wiershe. Por ejemplo, los padres tienen derecho a sentir celo de sus hijos y de todas las cosas que podrían dañar su bienestar. Si los celos fueran siempre malos, ¿por qué la Biblia se referiría a Dios como celoso? Deuteronomio 32:16 dice: “Lo provocó (a Dios) a celos con dioses extraños y lo hizo enojar con sus ídolos detestables”. Dios es caracterizado por sus celos cuando adoramos a otros dioses. ¡Él es el único digno de todo honor y alabanza!
Combatir la Envidia — El Remedio
¿Cuál es la respuesta para combatir la envidia? ¿Es posible? Si yo no hubiera corregido mis errores y motivado a Kelly para que ayudara a otros, todavía sentiría molestia por un asusto insignificante. Todavía tendría amargura hacia ella en mi corazón. En lugar de ello, pude ver que la envidia estaba destrozando rápidamente mi espíritu y que necesitaba aprender cómo combatir la envidia.
Si actualmente está luchando con la envidia, te recomiendo que examines tu corazón, Hay una razón por la que la envidia te está atacando. Seguramente hay algo que esconde tu envidia. En mi caso, era temor. Quería que se me necesitara y tenía medo de que Kelly me lo arrebatara. Mi supervivencia estaba siendo amenazada. Yo entendí que Dios no estaba complacido con mi espíritu de celos y envidia y que él quería ayudarme. Le pedía a Dios que desechara todos mis pensamientos de envidia hacia Kelly y que me llenara de sentimientos amistosos por ella.¿Por qué no pedir a Dios que te quite todo sentimiento de envidia y celos? Él está para ayudarte.Lee participa y agrega nuevos enlaces para hacer crecer este blog... gracias
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